Este evento exclusivo tuvo lugar el día 13 de junio a las 19:30 hrs. En el Hotel SH Valencia Palace, organizado por Management & Networking.
Asistimos a este lujoso evento organizado por Dª Amparo Cambronero y presentado por el embajador de Marca para Levante D. Jorge Santacruz, en el Hotel SH Valencia Palace, que facilita un impecable escenario para rendir los honores a la marca poseedora de alguno de los licores mas codiciados del Planeta, a través de una excelente presentación documental, cuidadas fichas de cata y un completo surtido de productos para degustar, maridar y conocer los matices de los espirituosos mas conocidos de la marca.
Las imágenes hablan por si solas, desde el inicio nuestros sentidos se preparan para disfrutar, entre la complicidad que produce un encuentro con el lujo y el reconocimiento de un magnifico producto.
Con el pausado discurrir del reloj de arena, presente en la sala, Jorge nos transporta a un viaje en el tiempo, a los orígenes de Chivas, a los lugares de su nacimiento, donde el agua, la turba y el brezo, dan un carácter único a los destilados escoceses y muy especialmente a los elaborados en Chivas Regal, marca que ha contado con el apoyo de la corona británica, y que tampoco ha estado ausente de altibajos a lo largo de sus más de 200 años de historia. (Since 1801)
Comenzamos la cata con un recuento de los elementos que van a intervenir, el agua de importación, un destilado base, un whisky de alambique, otro de torre de destilación, el chivas de 12 años, el de 18 años y una bandeja de con colines, manzana deshidratada, caramelos toffes, chocolate 70% y almendras con piel, que nos ayudaran a realizar el maridaje más recomendado de estos productos y manejar la información que llega a nuestras a papilas.
Abrimos la cata en cuestión con un destilado transparente un "New Spirit", o espirituoso nuevo, que no tiene absolutamente nada de
añejamiento y por lo tanto, al no llegar a los 3 años en barrica no puede denominarse en puridad whisky, pero nos da una idea de como es el alcohol base de mas de 60 grados utilizado para obtener el producto final. A la vista resulta trasparente, pero hay que rebajarlo con agua para poder contemplar sin quemaduras, su perfume.
Los aromas no estas ausentes del recuerdo de los vinos de Jerez y del bourbon, de los que estos whiskys heredan sus sabrosas barricas para inundarlos de matices tras numerosos años de cautividad en las mismas. La edad que marca cada botella implica que en la mezcla, el whisky mas joven tiene cómo mínimo la que vende la etiqueta.
Añadimos agua escocesa a cada copa y repetimos este proceso con los whiskys que tanto para la mezcla como para la venta como producto terminado van apareciendo y de los que vamos disfrutando.
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Vamos asistiendo pausadamente a todo un ceremonial, donde el único sonido reinante es el del whisky al caer sobre la copa, donde observamos el estado visual del producto y su sabor que con la edad va incrementa sus matices, hasta llegar a los 85 aromas distintos que puede manifestar el mas antiguo de los presentados, el 18 años.
La cata llega a su fin y en una animada charla proponemos las diferentes formas de consumir estos destilados, la mejor, la que cada uno elija; la mía es con dos copas de balón, una de ellas con hielo de importación (imprescindible) para que refresque sin aguar el whisky para trasladarlo sin hielo a la segunda copa y a disfrutar.